¿A qué vino Luisa María Alcalde?

¿A qué vino Luisa María Alcalde?

Tercera Vía
» ERNESTO | RIVERA RODRÍGUEZ

La pobreza de la agenda política nacional de Morena, si tiene alguna que seguir, se tuerce de acuerdo a las circunstancias y las presiones políticas locales, cómo es sin lugar a dudas es el caso de Guerrero.

La narrativa de la presidenta del CEN de Morena, es verdaderamente pobre, redundante y sin ofrecer más allá de la retórica de los lineamientos obradoristas que nadie respeta. Ni el mismo: no mentir, no robar, no engañar.

Su visita a Guerrero, en la sede del Comité Estatal en Chilpancingo, con el fin de inaugurar el auditorio que lleva por nombre, «Andrés Manuel López Obrador», y tratar de enviar mensajes de unidad, poner orden ante el desaguizado interno qué se avecina, que ni ella o el CEN podrán detener. Las diferencias estuvieron presentes en la conferencia de prensa, convertida en un monólogo de regaños y señalamientos sobre el futuro 2027. Este era el meollo de su visita, abrigada por los principales contendientes que no todos, al gobierno de Guerrero, el resto fueron baratijas para llenar la nota.

Ahí tanto a su diestra como a su siniestra separados en su rigidez corporal con la cerrazon de no dar marcha atrás a sus ambiciones, Felix Salgado, concubrebocas, cubierta su espalda por el presidente de la Jucopo diputado Jesús Uriostegui García, contendiente, empujado por su jefe político, sólo para encarecer la supuesta encuesta interna.

Y la voz del pueblo, le preguntaron. «Los estatutos son lo que rigen al partido…bla, bla, y las definiciones de las candidaturas. Contesto.
Luego entonces, el pueblo es sólo una metáfora.

Los patrones políticos se mostraron bien definidos, la imagen ahí presente fue de antología, a la espalda de Luisa María, el ex diputado Arturo Martinez Nuñez, con cara de pocos amigos, fue su carta de presentación, la carta bajo la manga «remangada», de la jefa de Morena, cómo mostrando sobre la mesa su «derecho de sangre», ser un Nuñez, pero ioǰ̣no «nuñista».

Separados por la inmensidad política, el innombrable presidente del partido en Guerrero, Jacinto Gonzalez Varona, ambicioso, arrogante «nuñista», un mal necesario confirmado por la propia Luisa María, a un lado de la senadora Beatiz «Bety» Mojica Murga, oían pero no escuchaban. Estaban ahí para una sola cosa. Lo que hasta el auditorio entre el murmullo y el silencio también esperaban.

El chanclazo y la palmadita

El fin de una era de Nepotismo. Lo primero es lo primero en la agenda de María Luisa Alcalde, así en la conferencia de prensa, las preguntas eran obvias: el nepotismo, la reforma electoral y las candidaturas al gobierno. La pregunta a «quema ropa», si se aplicará la prohibición del nepotismo electoral qué impediría al senador y padre de la gobernadora ser candidato a la gubernatura en el 27.

El chanclazo. A lo que respondió: «Los lineamientos tienen que hacerse efectivos porque así fueron aprobados por el Consejo Nacional de Morena, en referencia a los acuerdos del pasado 4 de mayo.

La sobadita. Felix y el felixismo presente quedaron más que paralizados, pero faltaba algo para sacarlo del espasmo. Entonces destaco que «pese a eso, tenemos a Félix para rato como el mismo lo ha dicho». Recordando una vez más, que los estatutos son los que rigen la organización. Pero como dice el dicho. Golpe dado, ni una palmada lo quita.
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