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“Las alianzas no son un fin; las alianzas son un medio de conseguir el fin que se apetece”
) Juan Donoso Cortés, estadista español parlamentario (1809-1853)

La «lealtad moral» se basa en la congruencia entre valores y acciones personales, comprometiendo a un individuo a actuar con honor, transparencia y fidelidad a sus principios y promesas. En contraste, la «lealtad institucional» es un principio que rige las relaciones dentro de una organización o sistema público, exigiendo respeto a las normas, favoreciendo el bien colectivo sobre el personal y defendiendo la reputación de la institución, describe la Inteligencia Artificial (IA) de Google.

En ambas, con cabal humildad y plena calidad moral, puedo asegurar que he cumplido cabalmente. En ocasiones, no ha habido reciprocidad del lado opuesto, pero de este lado, aún no hay dedos flamígeros que señalen lo contrario.

¿POR QUÉ TANRO ‘ROLLO’ ENTRE UNA COSA Y LA OTRA’?

El pasado 16 de octubre rendí protesta como Representante de la Delegación XXV del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) ante el Fondo de Apoyo a Periodistas de Guerrero (FAP), a solicitud de amigos que le plantearon al actual secretario general de dicha agrupación, Alfredo Barrera Ríos, mi propuesta y no tuvo reparo en aceptarme como tal, acción que valoro y agradezco.

Siempre quise estar dentro de las entrañas del FAP para tratar de conseguir que la «Ley del Bienestar Integral para los Periodistas de Guerrero», propulsada por el exgobernador José Francisco Ruiz Massieu el 5 de junio de 1992, y las «Reglas para la Operatividad» del programa denominado «Fondo de Apoyo a Periodistas de Guerrero», emanadas de esta ley, se cumplan tal cual a favor de los periodistas que reúnan los requisitos para ser beneficiarios de este fondo integral. Nunca me lo permitieron, nunca pude conseguirlo, hasta que se presentó esta invitación que no dudé en aceptar bajo una modalidad que bauticé como «Caballo de Troya»… pues fue la única forma de que se concretizara ese anhelo de poner mi ‘granito de arena’ a favor de aquellos que de una u otra forma se sienten incómodos con «algunas acciones» que no terninan de convencer en el FAP, por estar un tanto alejadas de los contextos de la Ley que rige las reglas de este programa, según quejas añejas y vigentes.

Me veo OBLIGADO a escribir estas líneas porque ‘parece’ –parece– que mi nominación creó algunas controversias tanto en el seno de la Delegación XXV del SNRP como en los recovecos del mismo programa en cuestión.

Seré breve, pero concienzudo:

1.- En mi mensaje público, dejé claro que respetaré la vida sindical de la agrupación que me invitó a ser su representante ante el FAP. Ese será mi «único objetivo» como miembro de la Delegación XXV del SNRP. Fuera de ello, jamás me entrometeré en las decisiones, acuerdos o proyectos directos o internos de la Delegación. Para quienes aún no quede claro el punto, detallo que seré ajeno a las decisiones internas de la Delegación 25 en torno a sus normas administrativas y sus objetivos gremiales. No seré parte de ninguna movilización, protesta o acciones emprendidas por el Comité en turno, sean o no legales o legítimas. Asistiré a asambleas estatutarias y convenciones donde se requiera exponer temas relacionados con la representatividad que se me otorgó ante el FAP. Agradezco profundamente al secretario general, Alfredo Barrera, y a su comité, su confianza, y que hayan respetado mi postura. Por mi cuenta, siempre tendrán mi respeto y apoyo a todas aquellas acciones que sean para velar por los derechos de los agremiados del SNRP, principalmente ante el FAP. Nada más.

2.- Para que nadie especule, anticipo: Si el Comité Técnico del FAP avalara mi representatividad, una vez acreditado el respaldo estatutario del SNRP 25 y el Comité FAP para tal efecto, señalé claramente en mi toma de protesta que mi objetivo no será confrontarme con nadie por temas y cuestiones insulsas o insípidas; ni con el Lic. Sergio Ulises Ferrer Martínez, director de Atención a Periodistas, ni con el secretario del Bienestar, Pablo André Gordillo Oliveros, dependencia que administra el FAP… mucho menos con ningun representante de organizaciones afines. Mi actuación se limitará a tratar de que se respete la Ley y los Reglamentos del FAP, los cuales entre sus estatutos detallan quiénes tienen el derecho de pertener al mismo y las obligaciones y beneficios que corresponden a quienes integran el padron del mismo. A nombre del SNRP haré valer mi voz y voto en aquellos temas que estén apegados a la ley, a los lineamientos… todo lo demás, siempre serán rebatiblen, pero con la ley en la mano y sobre la mesa, mesura, cautela y respeto. Nada en lo oscurito ni a espaldas de quienes me depositaron su confianza. Cada tema abordado y duscutido será trasmitido sin ediciones a los miembros del SNRP 25, quienes, de entrada, serán dotados de una copia de la Ley y las Reglas de Operatividad vigentes para que nadie los engañe ni sorprenda. Ni yo.

Si mis decisiones –apegadas a Ley y Reglas de Operatividad, siempre– causan molestias a quienes me hayan conferido esta honrosa mision, sin dudarlo sabré qué camino tomar, sin dar marcha atrás. En el peor de los casos, cuando deje de ser últil, seré honesto conmigo mismo y tomaré mi «Caballo de Troya» y regresaré al lugar de donde salí, pero libre de actos o acciones que generen señalamientos calumnionos o perniciosos. Jamás he tenido deseo enfermiso por el poder ni la perpetuidad de los cargos.

Aceptaré sugerencias, críticas, opiniones de cada uno de los integrantes del SNRP 25 y buscaremos los causes o mecanismos legales para tomar acuerdos y soluciones en decisiones afines al tema que me compete. Pero también sabré responder, como es mi característica, a quienes critiquen por mero prejuicio y sin fundamentos cada una de mis acciones alusivas a la representatividad conferida por la Delegación XXV del SNRP.

Fui claro públicamente: No favoreceré a quien no cumpla los requisitos y seré claro en los fundamentos, ni seré comparsa de acciones, coacciones o simulaciones fuera del contexto legal, pero sí trataremos, con mi suplente, Pedro Patricio Antolino, que quien merezca estar en el FAP sea admitido sin reproches o argumentos legaloides.

No vamos a engañar a nadie: «No prometemos depurar el padrón del FAP porque ‘Sansón’ es muy fuerte y tiene muchos aliados, pero pondremos el dedo en la llaga que corresponda, siempre con la Ley y el Reglamento como escudos hasta conseguir dejar, al menos, un antecedente en ese tema.

Lo que la Ley y el Reglamento digan se tiene que respetar y cumplir.

Aún con sus modificaciones, el 90% del contenido de la Reglas del FAP 2025 favorecen a los periodistas que, como dice la Ley, tengan como principal fuente de ingresos el periodismo y cumplan con los requisitos para ser miembros.

No hay más que decir.

Gracias Alfredo, Willy, Estrella, Domingo, Fulgencio, Fernando, Lalo, Pedro, Antolino, Memo, Angélica, Alan, «China», Luis Enrique, Lic. Apreza… y todos aquellos que no identifico por nombre pero levantaron, sin vacilar, su mano, cuando escucharon la proposición para que se me designara representante del SNRP 25 ante el FAP.

Soy un mortal como ustedes, no vacilen en hacerme llegar sus opiniones, críticas, obervaciones o sugerencias. Sabré aceptarlas con la humildad que corresponde.

Gracias, gracias, gracias.

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